viernes, 14 de diciembre de 2012

¿POR QUÉ LAS ARMAS DE FUEGO MATAN?




Las armas de fuego son artilugios que, empleados en el modo preciso, provocan la muerte. Podrían no hacerlo, pero entonces dejarían de ser armas mortales y, de hecho, lo son. Porque esa es su naturaleza, su esencia misma: matar. Su cualidad mortífera es la razón por la cual existen, su fin es ese y no otro (aunque también se puede partir una nuez con la empuñadura), porque sino en vez de armas de fuego habría otra cosa, algo que no matara.

El otro día, en Conneciticut (USA), un ser humano entró en en un lugar lleno de seres humanos pertrechado con cuatro armas de fuego y mató a 27 de su especie. ¿Extraordinario? No. No es algo extraordinario en este país (18 matanzas desde Columbine, cuatro más que la suma total del resto de matanzas similares del mundo), primera potencia mundial en muchas cosas, incluida en la de normalizar la existencia y el uso cotidiano de las armas de fuego en su sociedad.

La pregunta es tan evidente que también es estúpida: ¿Por qué razón una sociedad permite, activa o pasivamente, la existencia de algo nocivo para la misma? Vale, sí, también está la política, la corrupción, el terrorismo y el cambio climático. Pero eso son cosas que a veces transcienden de nuestra voluntad o capacidad de gestión, por grandes, complejas o inaccesibles. Pero, ¿las armas? Las armas las decide uno tener, y es uno también quien encuentra argumentos para poseerlas. ¿Cómo ocurre, entonces, que una persona coincida con otra en la idea de permitir la impune posesión de armas de fuego -que no lo olvidemos, matan-? Cierto es que, para matar a otro, no es necesario una arma de fuego. Pero también es cierto que un tenedor ofrece más margen de supervivencia a las potenciales víctimas. Entonces, ¿por qué facilitar el asesinato en masa? Podría ser que la sociedad misma fuera la causante original de que uno decida adquirir un arma a precio popular. Que, en el experimento social, la mesura exacta de miedo y brecha social dé como resultado una arma bajo cada almohada.

Una hipótesis: Desigualdad económica + Armas = Delincuencia = Miedo + Lobbys = + Armas = + Delincuencia = + Armas = +Delincuencia = ∞

El planeta gira siempre a la misma velocidad, pero no el mundo, que gira más rápido. Cuando se dice que el mundo gira a toda pastilla, en realidad se dice de un modo retórico, para dar a entender que el ritmo vital de la civilización humana es cada vez más frenético. Que se derriten los polos y todo eso. Y claro, con tanto lío no hay quien se aclare.